El castillo de Karlštejn fue fundado en el año 1348 y tiene una posición completamente excepcional entre los castillos checos. Fue fundado por Carlos IV, rey checo y emperador romano, como un lugar para depositar los tesoros reales, sobre todo la colección de reliquias santas y joyas de coronación imperiales. Es muy impresionante que se haya conservado la distribución original escalonada de los edificios del castillo. Desde las partes más bajas, los edificios por debajo del castillo, la Torre del Pozo y el Palacio del Burgrave, la obra continua con el Palacio Imperial, de cinco plantas, y por encima de este se encuentra la Torre Mariana. En el punto más alto del promontorio rocoso, la obra del castillo culmina con la Torre Grande monumental, con una altura de 60 m y con un poderoso sistema de fortificación.